
Una historia empieza por un hilo...
Vamos a experimentar con un sistema de comunicación sumamente sencillo. Cogemos dos vasos de plástico y hacemos un pequeño agujero en el fondo de cada uno. A continuación, pasamos una cuerda fina a través de los orificios y hacemos un nudo a la cuerda, en la cara interior del vaso, así la aseguramos para que no se salga. Entre dos personas, estiramos muy bien la cuerda de modo que quede tensa y cada uno queda ubicado, en lugares opuestos, en el fin de la cuerda. El paso a seguir es ubicar el vaso, uno en el oído, el otro en su boca, según quiere escuchar o hablar. Así, sencillo. Ya podemos conversar a distancia. Y esto, ¿cómo se logra? Nuestra voz produce un sonido que se propaga por el aire en forma de onda sonora. Cuando esta onda choca contra un material elástico y rígido, como el fondo del vaso, y le transmite sus vibraciones a una cuerda, alcanza el otro vaso, donde el proceso se invierte; es decir, la cuerda transmite las vibraciones al fondo del vaso y éste al aire, que propaga el sonido hasta el oído de nuestro interlocutor. Así como nuestra voz, las palabras, las ideas, las imágenes y los conceptos viajan por una cuerda, un correo, una propuesta o un cable que la Corporación Vasos Comunicantes, crea de manera colectiva para abordar asuntos relacionados con la educación, la comunicación, la creación audiovisual y los escenarios de movilización y participación social.
Vasos Comunicantes
La Corporación Vasos Comunicantes es una apuesta colectiva de un grupo de personas interesadas por explorar los lazos que unen el arte, la educación, la comunicación y los procesos sociales y comunitarios.
Nos mueve el interés y la inquietud por generar espacios de diálogo, encuentro, aprendizaje y creación entre instituciones gubernamentales, organizaciones y amigos, siempre con el ánimo de aprender de los otros, compartir lo que sabemos y generar nuevas ideas.